Última actualización: 14/10/2025 12:40
En Milagro ya se han registrado las primeras lluvias y el temor de que el invierno llegue con fuerza, se apodera de quienes habitan en sectores vulnerables.
Luis Yunez Torres, con más de 60 años de edad, recordó con nostalgia la pesadilla que vivieron como consecuencia del fuerte invierno pasado. Su vivienda está construida a un nivel de 40 cm de altura y aun así, dentro de ella, el agua subió aproximadamente un metro.
La historia se repite
Esta lamentable historia se repite en la mayoría de viviendas del Rcto. Las Avispas, con salida a la Ruta del Azúcar. Sus habitantes mencionan que están conscientes que el terreno en el que decidieron construir sus hogares es bajo, pero que la falta de intervención de las autoridades contribuye en que se vean golpeados por las inundaciones.
Decenas de plantaciones se perdieron durante la última inundación, al igual que los animales de granja. Los moradores cuentan que, con mucho dolor, durante varios días tuvieron que salir con lo que tenían puesto hasta la orilla de la Ruta del Azúcar, con la esperanza de que las autoridades lleguen con ayudas. En algunas ocasiones si llegaron, pero no fue para todos.
Pilas con este dato: Más de 5.300 ecuatorianos se beneficiaron con servicios estatales durante el feriado
Canales abandonados
Aparte del estero Las Avispas, por este sitio también atraviesa un canal que es el que se desborda con las fuertes lluvias. Según ellos, lleva varios años sin ser drenado, incluso se observan restos de escombros y palizadas taponando el paso de la poca agua que hay actualmente.
A decir de los moradores, por cuenta propia realizan la limpieza, pero últimamente lo han dejado de hacer por el miedo a la gran cantidad de serpientes que hay. Es por eso que piden que esos trabajos de limpieza sean hechos con maquinarias de la Alcaldía.
Las vías de acceso necesitan intervención
La reconformación vial es otra petición. En todo el sector que estuvo bajo el agua, las calles lastradas quedaron destruidas y hasta la actualidad no han sido intervenidas.
Son decenas de familias las que a diario salen a sus trabajos o llevan a sus hijos a estudiar y el mal estado de las vías los retrasa.
