Buscar nuevas formas para comercializar droga, al parecer, no es tan complicado para quienes se dedican a esta actividad ilícita, en Manta, provincia de Manabí.

Ya no se los observa en las esquinas esperando a los consumidores, sino que, por el contrario, se han “modernizado” y ahora reciben los pedidos vía WhatsApp.

Las entregas del alcaloide son a domicilio y lo hacen en motos o bicicletas, dependiendo de la distancia del sitio en la que se encuentre el consumidor.

Según la policía de Manta, los expendedores solo atienden a sus “clientes fijos”, pues no aceptan mensajes de personas desconocidas para evitar ser descubiertos y capturados.

Además, las investigaciones han revelado que los microtraficantes tienen delimitadas sus áreas de comercialización, pues respetan los códigos no escritos de no invadir territorio ajeno. El que se atreva a pasar por alto este acuerdo, deberá atenerse a las consecuencias que, en su mayoría, son la muerte.

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