Ni en los peores escenarios, esperábamos sufrir de una pandemia que nos obligue a paralizarnos como sociedad, siempre lo vimos como algo de Hollywood, para nuestro entretenimiento, pero ese día se convirtió en realidad; y el nuevo virus, ha llegado para cambiar las reglas del juego. Frente a esto, los jóvenes tenemos un papel fundamental para la nueva sociedad, paradójicamente la misma pandemia escogió a este grupo de personas para ser quienes más rápido se recuperen o sus estragos sean menores, y el cambio debe venir de nosotros. Tenemos la oportunidad de ver la realidad desde todas las perspectivas, sin prestarnos para la politiquería, ya que muchos oportunistas ven a este momento como el propicio para catapultarse; demostremos que somos diferentes, brindemos respeto a las autoridades, a quienes de una u otra manera están tratando de palear los efectos de esta crisis, luego tendremos todo el tiempo para analizar lo que se hizo bien o no, respeto por las opiniones del prójimo en redes sociales o en los medios.

Respeto por el prójimo que está en tu barrio, en tu ciudad, por el que tiene que a fuerza salir de su casa, arriesgando todo, respeto por el anciano que sin salir de su casa este virus lo puede matar si lo llevas, respeto por la fe de las personas. Este cambio debe venir de nosotros como jóvenes. Tenemos la oportunidad de no repetir los errores de los mayores en todo ámbito social, seamos diferentes, enseñemos y compartamos cosas positivas al mundo.

Usemos la tecnología para aprovechar las nuevas oportunidades, dejemos de ver streaming todo el día, organiza tu tiempo, hazlo por 1 hora máximo y el resto ocúpalo en seguirte preparando, hay mucha información disponible online, analiza este contexto para crear alguna solución para ti, para tu entorno y después podrías hacer de ella hasta un negocio, recuerda que en las peores crisis han surgido las mejores soluciones. Usa las redes para compartir cosas positivas que sumen a la sociedad, porque hasta para dar una opinión debemos ser distintos, todo depende de cada persona, todos estamos en el mismo encierro, culpables e inocentes, qué lecciones aprendamos y cómo quedaremos frente al reto inmenso que se viene después, será clave para ubicarnos en la nueva sociedad.

Eduardo Espinoza Solís
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