Luego del ataque registrado a un cuartel policial y a varios vehículos en el Puyo, el ministro del Interior, Patricio Carrillo, realizó la denuncia de la desaparición de 18 policías que estaban prestando sus servicios, durante aquella noche.

El detonante para que un grupo de manifestantes se tomen la ciudad por completo y causen desmanes, incluso saqueando las instalaciones de una agencia bancaria, fue la muerte de uno de sus coterráneos, supuestamente a manos de personal policial que en ese momento trataba de dispersar la movilización que realizaban.

Luego de 24 horas de la desaparición, los uniformados fueron ubicados y puestos a buen recaudo.

A nivel nacional, son más de 114 elementos policiales los que han resultado heridos a manos de los protestantes, además de 12 patrulleros policiales y 7 motocicletas.

 “Tenemos dos heridos hospitalizados, de los que uno necesita ser trasladado para recibir atención médica especializada, lo que no es posible porque (los manifestantes) no permiten el paso de ambulancias”, informó Fausto Salinas, comandante General de la Policía Nacional.

“La ambulancia que lo trasladaba fue interceptada, le bajaron las llantas (pincharon las ruedas), golpearon al servidor policial herido y le hicieron leer una declaración de forma obligada”, afirmó.

En el onceavo día de manifestaciones, la violencia no para, varias vías siguen cerradas y el Gobierno aún no acepta las condiciones que propone la Conaie para acceder a un diálogo.

Hasta la presente fecha, dos ciudadanos han perdido la vida durante la protesta, a pesar de eso, la ciudadanía sigue uniéndose a exigir una mejor calidad de vida.

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